Durante la jornada ‘Ampliando horizontes en fracturas por fragilidad’, organizada por la compañía farmacéutica Grünenthal, el pasado mes de junio, varios especialistas pusieron de manifiesto que debido a los cambios demográficos de la población, el número anual de fracturas por fragilidad pasarán de 3,5 millones en 2010 a 4,5 millones en 2025, correspondiente a un aumento del 28%. Estas fracturas son la consecuencia clínica más grave de la osteoporosis y requieren de una atención multidisciplinar.
La colaboración entre Geriatría, Medicina Interna, Reumatología y Rehabilitación son clave en el abordaje de los pacientes con fractura osteoporótica
En este sentido, la Dra. Hilda Godoy, especialista en Reumatología del Hospital Puerta de Hierro de Madrid, destacó la importancia de la colaboración en los hospitales entre Geriatría, Medicina Interna, Reumatología y Rehabilitación dado que se trata de “un eslabón fundamental en el tratamiento óptimo de estos pacientes”.
“Desde mi punto de vista, uno de los avances fundamentales que se han visto en los últimos años ha sido la creación de unidades FLS. Es decir, las unidades de coordinación de fracturas, donde, de forma protocolizada, puede realizarse un estudio exhaustivo y un abordaje integral del paciente”, explica la Dra. Godoy. Asimismo, señaló que uno de los mayores logros terapéuticos que se pueden llevar a cabo gracias a este enfoque es la posibilidad de realizar terapia precoz en pacientes de riesgo.
Por su parte, el Dr. Manuel Sosa, responsable de la Unidad Metabólica Ósea del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria, apuntó la importancia de las medidas no farmacológicas. “El objetivo principal en el tratamiento de la osteoporosis es la reducción del riesgo de fracturas. Todas las medidas deben ir dirigidas hacia ello. No solo la prescripción de fármacos; también es importante prescribir una serie de hábitos como caminar, evitar las caídas, dieta equilibrada, no fumar, etc”, añade el especialista. Por ello, considera que el futuro de la atención a estas patologías pasa por estas medidas no farmacológicas en combinación con un mejor acceso a los fármacos.
Dr. Manuel Sosa: “El objetivo principal en el tratamiento de la osteoporosis es la reducción del riesgo de fracturas”
Impacto del Covid-19
A su vez, durante las sesiones se comentó el impacto la pandemia del Covid-19 en la atención sanitaria de los pacientes con fracturas por fragilidad. El Dr. Sosa aseguró que ha supuesto “un cambio drástico”. “El cambio más importante, desde mi punto de vista, ha sido la limitación de la relación personal médico-paciente, que es la base de todo. Las consultas telemáticas o telefónicas tienen una utilidad limitada y las dificultades que tienen estos pacientes para acceder a los hospitales ha supuesto en ocasiones el abandono del tratamiento”, expresó.
En este contexto, la Dra. Godoy describió un panorama similar, señalando que durante los meses de confinamiento “se han pospuesto terapias intravenosas que eran administradas en hospital y se han pasado tratamientos a terapias orales o subcutáneas de administración domiciliaria”. No obstante, destacó la mejora progresiva de la situación, “se ha combinado la teleconsulta con las consultas presenciales para poder diagnosticar y tratar sin demora a los pacientes”.
Las jornadas contaron con el aval de las sociedades científicas de referencia en este ámbito: la Sociedad Española de Investigación Ósea y del Metabolismo Mineral (SEIOMM), la Sociedad Española de Reumatología (SER) y la Sociedad Española de Fracturas Osteoporóticas (SEFRAOS).